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La caseta de vigilancia construida mediante el uso del sistema constructivo modular propuesto ha sido proyectada para responder a los problemas específicos que este tipo de construcciones suele encontrar: pieza origen del módulo facilmente transportable, estructuras con visibilidad en todas las orientaciones y espacios mínimos pero con todas las instalaciones básicas.

Se conforma en tres niveles: base de hormigón (separa la madera del terreno y por tanto de la humedad) que aloja el almacén y sirve para adaptar la caseta a la topografía del terreno; una franja intermedia de vidrio que permite la visual en todas direcciones sin interrupción; y la estructura modular de madera que sube desde abajo con forma arbórea, escondiendo un aseo y escalera en su tronco y cuya cubierta protege a los vigilantes de las inclemencias del tiempo.

Al exterior las piezas de madera quedan vistas con el único tratamiento de un acabado con aceite carboníleo que protege a la madera de la humedad y da ese color negro tan característico.